Ya me olvidé del intento
de encontrar a alguien a inicios de este verano.
Mis ganas se han acabado.
No es una persona.
No es ninguna mujer.
Busco un momento…
o tal vez un lugar.
Quiero acabar con esta mierda de vida,
de una vez por todas.
Necesito un matarratas o una soga.
Ya me olvidé de esa promesa estúpida.
No quiero ser positivo.
Solo quiero, de una vez por todas,
irme al infierno.
Quiero la muerte
como consuelo
de esta gran mentira
que por desgracia llamé vida.
Esa maldita ráfaga de luz
que se abrió en el vientre.
Ese doctor que no recuerdo.
Ese asqueroso lugar…
Y esa persona
que por siempre me va a amar.
Mierda de vida.
Ahí comenzó todo.
Maldito día,
maldita semana,
maldito año.
Quiero que alguien me destruya
de una vez por todas.
No sirvo para un carajo.
La vida me pide que me levante,
y yo otra vez
me he cagado en lo sagrado.
Mierda de poema.
Lo maldigo todo.
Estoy a punto de golpear
todo lo que veo.
Por mi propio bien
será mejor
mantenerme lejos del espejo.
Quiero la muerte
como consuelo.
Vamos, blanca mía,
ven a mí.
Esta puta vida
es una tragedia.
¿Un creador que no puede destruir?
No es todopoderoso
aunque se haya creado a sí mismo.
Señor,
si tú en verdad existes,
quítame la vida
y así impides
que cometa tal pecado.
Si de verdad detestas el mal,
¡destruye mi existencia
de una maldita vez por todas!
Yo no me quejo por no tener una mejor vida.
Solo te pido
que me dejes ir al infierno.
¡Carajo!
¿Es mucho pedir?
Mis plegarias no tienen palabras,
solo lágrimas.
Como sea que venga,
quiero la muerte.
No importa si me encuentra
en soledad o en compañía.
Muerte como consuelo,
quítame la agonía de la vida.
Siento que voy a respirar mejor
lejos de este cuerpo mundano.
Quiero morirme.
Ya parezco un mediocre.
Solo pienso en un momento
o en un lugar.
Si Dios no viene,
lo haré yo mismo.
Solo tengo que buscar
el momento
o el lugar.
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