El Último corazón de carne y hueso. Relato corto.





El invierno parecía ser eterno igual que el antiguo corazón de benjamín Rodríguez. El caminaba casi que sin fuerza hacia su vereda luego de haberse infiltrado en aquel laboratorio donde yacen la magia y los misterios del mundo moderno. Ese era el día más agotador de su vida, pero no importa ahora benjamín tenía en su pecho la dicha y la calidez de morir y al parecer nadie le iba a reclamar el corazón que había ultrajado después de todo ese era el corazón de su viejo. El camino hacia su casa rural, era un sendero rodeado de frondosos árboles de cedro y de una fría brisa que se refugiaba en sus pulmones como una insondable ésfera y a punto de llegar a su casa donde ya se podía observar el ventanal de su casa cabañal que había cobrado gran importancia en su pasada eternidad. Fue hay donde tuvo aquella extraña necesidad de buscar un poco de aliento-¿Qué es esto?- por primera vez se cuestiono, por primera vez en su mortalidad tuvo algo de sed. Aquella seca debilidad lo llevo a la osadía de desviarse del camino principal, y aunque fuese una gota debía encontrar. La vida nunca más seria igual. Y al encontrar un estanque en aquel extraño bosque, sacio su más profunda necesidad de Tomar agua, la cual no conocía desde los innumerables soles.- Agua.. Agua… es viva pero no es inagotable, eso es lo que me gusta- Se dijo así mismo mientras sonrió con esa sonrisa que deslumbra el deseo, o ya sea la maldad humana. Definitivamente este era otro benjamín distinto al que alguna vez disfruto las luces de Toronto o de un atardecer en compañía de los eternos cartageneros. Este era un benjamín Rodríguez diferente a todos los anteriores este tenía la oportunidad de elegir, la oportunidad de de amar y odiar al mismo tiempo, la oportunidad de morir..¡Ahora soy un tipo rudo! – hubo un inexplicable eco de aire. La madame sabía que benjamín se había convertido en un varón mortal,En un hombre peligroso, quizás en el último de todo Los hombres; El era una amenaza para todas sus ratas se laboratorio. Finalmente el frío quedó Marcado en un leve descenso, pero la brisa seguía turbia. Benjamín decido despojarse de su capuz color café, y una ves con su espalda descubierta sintió el estímulo de un nuevo deseo y para saciar esta vez ese nuevo e Inminente deseo se requería un mayor grado de maldad. Y no sabría decirles si fue por obra divina o por obra de la auto naturaleza, o tal vez no fue más que su imaginación misma. Pero al ver un ciervo a la vista, su mente en agonía dio un salto de stamina y como alma poseída mato a aquel infeliz animal, una piedra muy filosa le sirvió de puñal. -¡ Oh pequeño ciervo es la soberanía ¡, ¿ oh acaso es esta una alma podrida?—,  ن el corazón mortal de benjamín ahora sabe que existe una oveja y luego un lobo. 

Al llegar a su cabaña, se dio de cuenta que no era su casa lo único alejado del mundo moderno su corazón también lo era. Se sentía extraño se sentía como un ser diferente. Contemplo el retrato en la pared de madera donde estaba plasmado el rostro de su viejo, su padre quien en años antes había preservado el último corazón de carne, pero dicho corazón no era el único corazón de carne sino que habían dos; Uno para el padre otro para el hijo. El padre ya había muerto. Realmente había sido asesinado por sí hijo : benjamín Rodríguez. Sus últimas palabras fueron: la muerte se siente bien, realmente es lo único que he sentido en toda mi eterna vida. Luego de la muerte de su padre, Benjamín Rodríguez No tenía propósito alguno más que el de morir eso es lo que haría un hombre. Y fue entonces cuando se propuso encontrar el último corazón que traía consigo tal función: la poder morir. Con valentía ( si es que existe en los corazones eternos), se propuso ir al laboratorio de los misterios y enfrentarse a la misma madame sin tener la menor idea de que a ella también le era hostil a la eternidad. -En todas parte de esta tierra se escuchara el nombre de la madame y de cómo alcance la muerte-dijo mientras corazón que yacía en aquel orbe. Luego procedió a abrirlo. ¡Carajo….! Dio un grito al ver aquel orbe vacío, orbe sin corazón. -¿pasa algo madame ¿-pregunto uno de sus empleados de confianza. -Revisa todo el laboratorio-dijo colocando sus manos sobre su cabeza.¡ Revisen todo el laboratorio y busquen el corazón, Asegúrese que todo el personal esté aquí. — -Como diga- - Rápido! Volvió a gritar. Finalmente descubrieron que benjamín lo había robado, benjamín trabajaba en parte administrativa empacando corazones para nuevos seres, esos corazones lucían eternos y pálidos igual que el de todos. 
Años trabajando en el laboratorio lo habían cansado lo hacían sentir vacío y como un fracasado Aunque este se hubiese ganado la confianza de la madame. Pero en fin… La madame no espero mucho hasta localizar a benjamín y en su vieja cabaña aterrizo con furia des con su armadura eterna y su espada que nunca había matado (aquí es imposible) en realidad era una facha innecesaria pero aun en el mundo post-moderno existe un dominio. -¡devolved mi corazón!-fue lo primero que dijo al verlo en su piscina. Benjamín no dijo nada ¿Que podría decir? Solo tomo el puñal con el que asesino a su padre lo alzó un poco con su mano derecha. -¿Qué piensas hacer con ese puñal?, ¿Acaso desconoces las reglas? Siguió sin decir nada ¿ Que podría decir ?, el puñal en su mano y el corazón en su pecho. Dio un golpecito Luego introdujo de a poco el puñal en su pecho y volvió a repetir la acción ahora más rápido. - ¡No!, ¡desgraciado no ves que ese corazón es la - única esperanza que tengo!!— Finalmente dejo caer el puñal y entre más se hundía el puñal más roja el agua se tornaba. Agonizando intentaba pronunciar algo con sus labios no dijo nada pero si fuese tenido las fuerza fuera dicho algo devastador lo suficientemente bueno como para estremecer corazones eternos.. A la madame no le quedó más que una fría y cruda eternidad. Luego de esto el cielo se nubló otra vez.

 Fin. 


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